En este espacio expondré los dos principales trastornos alimenticios, la anorexia nerviosa y la bulimia o bulimia nerviosa. Ambas enfermedades se caracterizan por la adopción de conductas alejadas de los hábitos de alimentación saludables y por un exacerbado temor a engordar.
En primer lugar, la anorexia nerviosa es una enfermedad que se caracteriza principalmente por la pérdida auto-inducida de peso, derivada de una preocupación excesiva sobre el peso y la forma del cuerpo. Esto se lleva a cabo mediante una reducción o eliminación de las comidas. La anorexia nerviosa es más frecuente en mujeres, aunque los casos que se dan en hombres han aumentado en los últimos años. La franja de edad en la que suele aparecer este trastorno se sitúa en la adolescencia. A pesar de esto, la anorexia también puede experimentarse en edades más tardías: desde los veinte años hasta los cuarenta.
En cuanto a la bulimia, esta es un trastorno alimentario por el cual el individuo que lo padece ingiere grandes cantidades de comida en pequeños espacios de tiempo, obteniendo una sensación inicial de bienestar, eliminando posteriormente el exceso de alimento mediante vómitos, purgas o laxantes.
Además de las alteraciones físicas, la anorexia y la bulimia van acompañadas de diversos síntomas mentales y emocionales, tales como, dismorfofobia (trastorno de la imagen corporal), ansiedad, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo, negación de la enfermedad. Así mismo, cabe destacar la aparición de síntomas sociales como un distanciamiento de la familia o los amigos y un severo aislamiento social.
¿Afectan estas enfermedades realmente a las relaciones sociales que mantienen quienes las padecen?
¿Las causas del desarrollo de la enfermedad son exclusivamente atribuibles al individuo o existen factores externos que puedan precipitarlas?
Escrito por: Elba Escudero Quiroga
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