Muchas veces escuchamos hablar sobre el trastorno bipolar, pero, en general, no toda la población se ha parado a profundizar sobre este asunto. El trastorno bipolar, trastorno afectivo bipolar o, como es conocido desde antaño, psicosis maníaco-depresiva, se trata de un trastorno del estado de ánimo en el cual los que lo padecen experimentan cambios de ánimo inusuales: alteraciones que provocan aumento de la vitalidad y del nivel de actividad (manía) o disminución del estado de ánimo y de la actividad (depresión). Consiste en un mal funcionamiento de los procesos bioquímicos reguladores del estado de ánimo, por lo tanto, es principalmente una enfermedad de etiología biológica.
¿Qué causa el trastorno bipolar? Hay dos principales motivos:
El diagnóstico para el trastorno afectivo bipolar es algo complejo, ya que muchas veces puede no ser detectado en muchos años o confundirlo con otras enfermedades como la esquizofrenia, la psicosis o el trastorno límite de la personalidad. Aunque se diagnostique de forma correcta, en la actualidad aún no tiene cura (aún así existen tratamientos que ayudan a controlar los síntomas). Éstos consisten en:
- Los genes ( es una enfermedad hereditaria).
- La anormalidad en la estructura y función del cerebro.
El diagnóstico para el trastorno afectivo bipolar es algo complejo, ya que muchas veces puede no ser detectado en muchos años o confundirlo con otras enfermedades como la esquizofrenia, la psicosis o el trastorno límite de la personalidad. Aunque se diagnostique de forma correcta, en la actualidad aún no tiene cura (aún así existen tratamientos que ayudan a controlar los síntomas). Éstos consisten en:
- Medicación. El tipo dependerá del paciente (estabilizadores del estado de ánimo, antipsicóticos, sales de litio, etc).
- Terapia. Psicoterapias o terapia de "diálogo".
- Otros tratamientos. Terapia electroconvulsiva o TEC, suplementos naturales, luminoterapia...
Escrito por: Irene Carrasco Cerezo
No hay comentarios:
Publicar un comentario