martes, 4 de junio de 2013

ALZHEIMER Y EXCLUSIÓN SOCIAL

Los cuidadores de personas enfermas de Alzheimer encuentran limitada en muchas ocasiones su participación en los diferentes ámbitos de la vida social. Esto se produce a consecuencia de diversos factores, tales como la falta de apoyo por parte de las instituciones públicas, ya que son pocas las ayudas que se ofrecen a las familias afectadas por esta problemática. Esto deriva en una restricción casi toral de la libertad del cuidador, si este no se encuentra en una posición económica ventajosa, ya que se ve obligado a suplir por cuenta propia las dificultades que conlleva esta enfermedad. El factor económico es de gran importancia ya que un gran número de personas con esta enfermedad se encuentran en residencias destinadas para la tercera edad, en las cuales no se disponen de tratamientos específicos para dicha enfermedad. Por otra parte, debido a la pérdida de conocimiento aprehendido de las normas sociales implícitas que dirigen gran parte de nuestros comportamientos cotidianos, el enfermo de Alzheimer empieza a tener comportamientos o actitudes desinhibidas que pueden poner en situaciones incómodas a los cuidadores.

Por otra parte, el último Informe Mundial sobre el Alzheimer (World Alzheimer Report 2012), difundido el 20 de septiembre de 2012, reveló que aproximadamente un 24 por ciento de las personas que viven con demencia oculta su diagnóstico por el temor a ser clasificados bajo el estigma social de la demencia y ser excluidos de la vida cotidiana

Gabriel García Márquez sufrió Alzheimer.  Dicha enfermedad es uno de los episodios más fascinantes y terribles de la novela Cien años de soledad, fue desde siempre una de las obsesiones del escritor. En la ficción y en la realidad familiar.

 Qué maravilla. Ahora lo estoy olvidando todo” Gabriel García Márquez




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