domingo, 2 de junio de 2013

Tuberculosis: diagnóstico, tratamiento y técnicas de prevención

Al igual que las enfermedades anterioermente tratadas en este blog, la tuberculosis es curable siempre y cuando haya sido diagnosticada tempranamente. Es necesario seguir un tratamiento, que consiste en la convinación de fármacos antituberculosos. Dicho tratameinto no puede ser abandonado ya que debido a la gravedad de la enfermedad, esta empeoraría de forma rápida y favorecería a la proliferación de bacilos  resistentes a los medicamentos.

Una de las formas de diagnositicar la tuberculosis es a trevés de la autofluorescencia, la Universidad Autonoma de Madrid, comunicó que se ha publicado en el Journal of Clinical Microbiology, un trabajo donde se explicaba que las micobacterias son capaces de emitir fluorescencia, lo que permite verlas en un microscopio de fluorescencia sin necesidad de una tinción previa. Esto supone un gran avance y una mayor eficacia a la hora de diagnosticar dicha enfermedad, ya que hasta el momento era necesario recurrir a las tinciones específicas para poder observar la mayoría de las bacterias ya que muy pocas presentan autofluorescencia.

Otra forma de diagnostico es mediante las radiografia de torax, ya que es una  herramienta fundamental para el diagnóstico de caso de tuberculosis es la bacteriología (baciloscopía y cultivo) por su alta especificidad, sensibilidad y valor predictivo.

Baciloscopia de esputo: consiste en un análisis del esputo para ver que bacterias se encuentran presentes en él. La prueba debe realizarse en ayunas y sin cepillarse los dientes.

Existen diferntes técnicas de prevención de dicha enfermedad para evitar el contagio:


  • La persona infectada debe protegerse siempre que tosa con pañuelos desechables. Se evita así, el efecto aerosol.
  • Lavado de manos después de toser.
  • Ventilación adecuada del lugar de residencia.
  • Limpiar el domicilio con paños húmedos.
  • Utilizar mascarilla en zonas comunes.
  • Restringir visitas a personas no expuestas a la enfermedad.
  • Garantizar adherencia al tratamiento.
  • No fumar. El tabaco favorece el desarrollo de la enfermedad


Escrito por: Sara Gómez Venero



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