La depresión
puede tener importantes consecuencias personales y sociales, desde una simple
incapacidad laboral, hasta el suicidio.
El desánimo que sienten
provoca una tendencia a disminuir las relaciones sociales y la búsqueda de
contacto.
Quienes le rodean suelen no entender lo que sucede ya que aparentemente no
tiene motivos para estar tan triste.
La persona deprimida se siente
incomprendida y eso le causa frustración, pudiendo producir un alejamiento,
potenciando aun mas su estado deprimido.
Solemos
pensar que lo que realmente ocurre es que esa persona intenta escaquearse o que
es un pesimista y no tienen ilusiones en la vida. Se les repite continuamente que
hagan un esfuerzo y que cambien de actitud.
Además
existen fuertes prejuicios acerca de este tipo de enfermedades, provocando
actitudes de rechazo, lo que empeora su mejoría.
Son personas
con un gran riesgo de exclusión, ya que no son del todo comprendidas, o son
directamente rechazadas por los demás, y porque debido a los síntomas el deprimido
tiende al aislamiento.
Por otro
lado, la exclusión social que sufre una persona “sana” por cualquier motivo,
puede generar un trastorno depresivo.
Es por eso
que la depresión, puede ser causa o consecuencia de la exclusión social.
Escrito por: Silvia García Barral
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