Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA)

¿VIH o SIDA? Seguro que muchos de nosotros lo hemos preguntado alguna vez, ya que se tiende a pensar que una persona portadora del VIH también tiene SIDA, pero no tiene porqué.

El VIH (Virus de Inmunodeficiencia adquirida) pertenece a la familia de los retroviridae, dividida a su vez, en tres subfamilias, de las cuales, el VIH pertenece a la de los denominados lentivirus. Estos originan la inmunodeficiencia y destrucción de las células del cuerpo humano.

Además, se diferencian dos tipos de Virus de Inmunodeficiencia Humana: VIH-1 y VIH-2, siendo el primero mucho más agresivo que el segundo y también, el más extendido en la población.

Las vías de transmisión de este virus más frecuentes son: vía sexual (acto sexual sin protección), drogadicción (uso de jeringuillas contaminadas en el consumo de drogas intravenosas) y transmisión de la madre al feto (transmisión vertical). 

Es preciso resaltar que, un portador de VIH no siempre tiene SIDA, pues este virus se desarrolla de una forma progresiva en varias fases (fase precoz o aguda, fase intermedia o crónica y fase final o de crisis), y es la última de estas, es decir, la fase más avanzada del VIH, la que genera el SIDA.

                                            

 

El SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es el último perido de la infección por VIH y, representa una grave inmunodepresión (debilidad del sistema inmunológico), así como un descenso de los linfocitos CD4(involucrados en la activación y dirección de las células inmunitarias). 
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), este término se define por la presencia de alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o cánceres relacionados con el VIH.

Tanto el VIH como el SIDA son incurables, pero existen tratamientos al respecto, las denominadas drogas antirretrovirales.

Escrito por: Soraya López González de Heredia.